Es considerado por algunos el mejor especialista en la identificación de los vectores de leishmaniasis en Panamá.
A las cuatro de la mañana, Roberto Rojas sale de Chilibre en el autobús que lo acercará a la Avenida Justo Arosemena. Muchos ya conocen su trayectoria. Los más nuevos se preguntan qué papel cumple aquel abuelito de tez oscura que deambula –entre seis de la mañana y dos de la tarde– por los pasillos del Departamento de Parasitología del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES).
Su historia se inició 60 años antes, a quince días de haber contraído matrimonio. Rojas compartía vivienda con su madre y mujer en Santa Rosa, un caserío situado en las cercanías del río Chagres. Cursaba el Colegio de Artes y Oficios y sería radiotécnico dentro de poco. No pasaba de los veinte años.
Una mañana se le acercó un vecino del área, el bocatoreño Henry Van Horn, responsable de la estación del Gorgas en el área de Juan Mina. Pronto se iniciaría un proyecto en el Darién y necesitaban recolectores de mosquitos.