Un estudio de científicos panameños del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), sobre varios de los casos locales de chikungunyaha, ha empezado a arrojar datos sobre los rasgos y comportamiento del virus en el país.  Su trabajo sobre la descripción del genotipo circulante en el país fue publicado en el mes de enero en el “American Journal of Tropical Medicine and Hygiene”.

 

En mayo de 2014 se detectaron en Panamá dos casos sospechosos importados: un hombre que había viajado de Brasil a Haití y Panamá y una mujer que viajaba desde República Dominicana hasta Panamá. En agosto de 2014 se reportó el primer caso autóctono en un varón de 26 años. Las muestras de sangre de estos pacientes se enviaron al ICGES, donde les hicieron análisis para diagnosticar dengue y chikungunya.  Tras detectar el material genético del virus se puso en células de monos verdes africanos para analizarlo y se determinó que correspondía al genotipo asiático de chikungunya.

“No se había descrito muy bien cuál linaje estaba circulando en Haití y República Dominicana. Panamá fue el primer país de la región en decir qué es lo que estaba circulando en el continente. Los resultados sugieren que el genotipo que circula de manera autóctona en América es el asiático”, dice Jean Paul Carrera, uno de los coautores del estudio.  “Conocer el genotipo es importante para la salud pública. Se ha visto que el asiático tiene una mayor diseminación a través del Aedes aegypti, y este se encuentra ampliamente distribuido en el país y el resto de América en áreas periurbanas”, añade.

Se conocen tres genotipos de este virus: el de África del este, central y sur; el del oeste de África y el asiático. Una mutación en el primero aumentó su capacidad de infección y favoreció su diseminación y transmisión a través del mosquito A. albopictus. En 2005 hubo un brote en las islas del océano Índico, y se creía que era cuestión de tiempo para que ese genotipo llegara a América. Pero lo que encontraron los investigadores nacionales fue distinto.

El siguiente paso será descifrar el genoma completo del virus, ver si hay alguna variación y, si es así, determinar si esta le confiere una mejor replicación en el vector o si es más o menos virulento.

 

Más estudios

Queda pendiente determinar por qué en Panamá no ha ocurrido una epidemia de chikungunya como en República Dominicana, donde se han dado unos 500 mil casos. “Estamos tratando de entender si hay variaciones genéticas del virus que lo hacen menos infectivo, o si estamos haciendo un buen trabajo tomando las medidas de control e identificando los casos a tiempo de manera que el Ministerio de Salud pueda intervenir y limitar la expansión del virus al resto del país”, dice Carrera.

Otro aspecto que falta estudiar es si hay algún tipo de resistencia en la población nacional. “ Chikungunya pertenece al grupo de los alfavirus, que circulan alrededor de Panamá, como el de encefalitis equina. Algunos estudios han mostrado que una infección con alfavirus probablemente proteja de la infección con chikungunya u otros alfavirus. Sin embargo, es solo una hipótesis, hay que comprobarla”. Además, dice Carrera, en otras regiones se ha visto que el chikungunya, así como otros virus de ARN, entre ellos el VIH, que tienen altas tasas de mutaciones y tienden a cambiar genéticamente en regiones geográficas distintas. “Lo bueno es que en Panamá contamos con un aislamiento de base para ver en el tiempo cómo chikungunya va a cambiar”.

El siguiente paso será descifrar el genoma completo del virus, ver si hay alguna variación y, si es así, determinar si esta le confiere una mejor replicación en el vector o si es más o menos virulento. También pretenden investigar los casos que se dieron en julio y agosto de 2014 en el corregimiento de Río Abajo. Otro aspecto interesante es la respuesta de las células T, los anticuerpos y las citosinas, que regulan la respuesta inflamatoria en el cuerpo y que pueden proteger o empeorar la enfermedad.

Secuelas

El virus de chikungunya causa fiebre, dolores musculares y articulares, cefalea, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Se transmite por la picadura de mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, ambos vectores del dengue. Según la Organización Mundial de la Salud, se describió por primera vez en Tanzania en 1952.

En otros países se están haciendo estudios para desarrollar vacunas contra el dengue y chikungunya, un proceso que toma tiempo porque hay que abarcar la mayor cantidad de variabilidad genética del virus y superar ensayos clínicos en varias fases para probar su eficacia e inocuidad. En el caso del dengue, es un complejo de cuatro virus, cada uno con muchas subfamilias. Eso ha dificultado la creación de una vacuna exitosa para los cuatro serotipos. El chikungunya es un solo virus con diferentes perfiles genéticos, pero al ser más homogéneo, podría ser más fácil crear una vacuna.

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